¿Cómo saber si mi hijo quiere cambiarse de colegio?

1. Bajo rendimiento académico repentino

Si tu hijo ha mostrado un rendimiento académico consistente en el pasado pero de repente comienza a bajar sus calificaciones, es importante investigar las posibles causas. Un entorno escolar que no se adapta a sus necesidades, métodos de enseñanza inadecuados o la falta de apoyo por parte de los profesores pueden estar influyendo negativamente en su desempeño. Un cambio de colegio a uno que ofrezca un enfoque pedagógico diferente o un mejor acompañamiento podría ayudar a revertir esta situación.

2. Falta de motivación e interés por aprender

Todos los niños pasan por momentos en los que se sienten menos motivados, pero si notas que tu hijo ha perdido el interés por aprender de manera constante, podría ser una señal de que el entorno escolar no está estimulando su curiosidad o no está alineado con sus intereses. Un colegio que ofrezca un enfoque más dinámico, con métodos de enseñanza innovadores y que promueva la participación activa en el aprendizaje, podría reavivar su pasión por estudiar. La curiosidad e interés por aprender en los niños es una constante. María Susana, madre de Antonia de 8 años, nos comentó vía zoom: “Mi hija es curiosa siempre, pero empecé a notar que no tenía ganas de hacer los deberes, no le interesaba lo que le estaban enseñando. Me di cuenta que el problema era que no le hacían participar en clase y eso la desmotivó”.

3. Problemas de integración social

La escuela es un lugar donde los niños desarrollan importantes habilidades sociales. Si tu hijo experimenta dificultades para integrarse con sus compañeros, es víctima de bullying o se siente aislado, es fundamental intervenir. Un entorno donde se sienta seguro y acogido es crucial para su bienestar emocional. Un cambio de colegio a uno con un ambiente más inclusivo y con políticas claras contra el acoso podría ser necesario. Pregunta SIEMPRE al colegio que vayas cual es su protocolo de prevención del bullying y cómo se enfrentan estas situaciones. “A mi hijo le costó seis meses contarme que lo molestaban por su ascento costeño”, nos dice Lucía.

4. Estrés y ansiedad relacionados con la escuela

El estrés y la ansiedad pueden manifestarse en los niños de diferentes maneras, como dolores de cabeza, problemas para dormir, o quejas frecuentes de malestar antes de ir a la escuela. Esta red flag es una constante en todos los casos que hemos entrevistado: si tu hijo se siente mal justo antes de ir a la escuela… mucho ojo. Si estos síntomas se asocian con la vida escolar, es posible que el ambiente sea demasiado exigente, competitivo o simplemente no adecuado para la personalidad y necesidades de tu hijo. Un colegio con un enfoque más equilibrado, que priorice el bienestar emocional junto con el rendimiento académico, podría ofrecer un entorno más adecuado.

5. Inconformidad con los valores y filosofía del colegio

Con el tiempo, los valores y la filosofía educativa del colegio pueden no coincidir con los de tu familia o con los intereses y necesidades de tu hijo. Tal vez el colegio prioriza demasiado la competencia y la excelencia académica a costa del desarrollo integral del estudiante, o tal vez sus métodos disciplinarios no se alinean con tu visión de la educación. En estos casos, buscar un colegio que comparta una filosofía educativa similar a la tuya y que esté más en sintonía con lo que consideras importante para la formación de tu hijo, puede ser la mejor opción. Gabriela nos comentó: “Llegó un momento en que tuve que decidir: o exijo a mi hija buenas notas solamente, o me preocupo por su estabilidad emocional también. Busqué un colegio que las dos cosas sean importantes y la cambié”.